martes, 16 de mayo de 2017

Titanes del coco, de Fabián Casas

1.
Me re gustó, para mi sorpresa. Me gustó mucho.

2.
Como dice la contratapa, hacía diez años que Fabián Casas no publicaba ficción (dice "hacía" pero para mí que es "hacían"). Hace diez años yo no tenía este blog, pero leí y me volví loco con Los Lemmings y otros cuentos y con Ocio seguido de Veteranos del pánico. Después ya tenía este blog y escribí: "Casas es el mejor escritor argentino contemporáneo. Le quitó el puesto en mi podio personal a Fresán." (en la reseña de Ensayos bonsai). (No puedo creerlo pero tenía 21 años en ese entonces). Después Casas publicó ensayos o poesía o libros para chicos o escribió guiones para películas, pero no había vuelto a publicar ficción así, como en este caso. Tampoco se parece mucho a lo que fueron Los Lemmings, Ocio o Veteranos del pánico, la verdad. Es como eso pero con mucho más Bolaño encima.

3.
Cuando lo empecé, pensé: "Ah, es una novela sobre la redacción de un diario. Y yo no leí Diario de la Argentina del Turco Asís". Bueno, después no era tan sobre la redacción de un diario. De hecho tampoco era tan una novela. Titanes del coco es más bien una colección de relatos, cuentos, algunos más autocontenidos que otros, que se vinculan y entrecruzan en un mismo universo narrativo, pero que no necesariamente se tocan. Cuando me di cuenta de esto, de que Casas estaba abriendo más y más líneas narrativas, temí que después las dejará ahí sueltas, pero no, todas cierran. Era difícil. Así que he ahí el principal motivo por el que me gustó tanto Titanes del coco. (Que no es una novela lo digo más que nada porque al término de todo, en las "Special Thanks", Casas agradece "por leer estos relatos". Así que lo dice él, no lo digo yo). Además, pero no esperaba menos, está súper bien escrito, un poco denso por momentos (hay varios párrafos de varias hojas cada uno, en especial al comienzo). Y tiene gancho. Querés saber lo que va a pasar. Y querés saber cómo se conectan las historias con las otras historias. Está todo bien con este libro. Lo recomiendo.

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