sábado, 15 de noviembre de 2014

Sandman IV: Estación de Nieblas, de Neil Gaiman



1.
En la actualidad contemporánea actual (hoy), la nueva edición española de Sandman se imprime en nuestro país. Hasta ahora salieron cuatro tomos. Tengo la dicha de que otro amigo (otro Diego) esté haciendo la tremenda inversión de ir comprándoselos (270 pesitos el tomo) y de que me haya prestado éste último, hasta ahora el mejor de los que leí. 

2.
Es todo tan bueno que no quiero contar nada de la trama. Sólo les adelanto, por decir algo, que la historia empieza con una reunión de los Eternos (Sandman y sus hermanos, de los cuáles hasta ahora sólo conocíamos a Muerte y a Deseo: aquí se nos presentan tres más) y que después sigue en el Infierno. Esta es la entrada principal: 

Atentos a la escala: la mancha de abajo a la derecha es Sandman. Me encanta cuando juegan con la escala.


3.
Una de las cosas que hace muy bien Gaiman (además de escribir diálogos creíbles para dioses y eternos) es irse de la trama principal para contar otra historia; un cuento autocontenido pero inscrito en el contexto de la historia mayor. Todo el tomo III había sido eso. En este, "Estación de Niebla" ("Season of Mist"), tenemos la historia de Charles Rowland en la escuela vacía, que es genial, sobre todo porque reduce la escala de lo épico a lo particular (o sea, recién estábamos con los Eternos y ahora estamos con un escolar insignificante) sin perder nada en brillantez narrativa.

4.
No me queda más que esperar que salga el quinto tomo y que yo consiga que alguien me lo preste. Y eso es todo lo que tengo para decir sobre esto.

 

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