martes, 2 de septiembre de 2014

Los adioses, de Juan Carlos Onetti

1.
Está buenísima. Onetti es muy capo y me alegro de estar conociéndolo ahora. Si se fijan en mi reseña de El astillero, me había costado un huevo escribirla, por la densidad del material a reseñar. Bueno, en este caso nada que ver. El astillero es una novela dark. Llueve y es de noche y la gente es pobre y está loca. Los adioses es una novela con un título hermoso, muy sencillita (y breve), sobre un jugador de basquet enfermo, sus relaciones amorosas, el chisme y el cotorreo, los hospitales, las ciudades de reposo (como en Boquitas pintadas y como en 2666 en una de sus partes y como en el ejemplo paradigma que es La montaña mágica, de Thomas Mann, que no leí -aún-) y el punto de vista. Si yo fuera profesor de literatura de secundario, la propondría como lectura obligatoria (y los alumnos sufrirían, pero uno de cada veinte estaría agradecido, y además, todos la entenderían).

2.
Todavía tengo una novela más de Onetti por leer, de esta misma colección: Tiempo de abrazar. Nada, les cuento nomás.

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