lunes, 4 de agosto de 2014

From hell, de Alan Moore y Eddie Campbell



1.
Resulta que ahora tengo un amigo que pisa los 40, lector y coleccionista de cómics, y que por su edad goza del privilegio de haber sido consumidor consciente de cómics en la maravillosa década de los '90 (qué vuelva Carlos). Me va a prestar Sandman (¡¡¡!!!), con lo que subsanaré un enorme y vergonzante bache en mi cultura historietil. También tiene los dos tomos de Preacher, pero lamentablemente ya leí Preacher completo hace unos años en la internet. En la misma época leí las historietas de Watchmen y V de Venganza en la red, y hablando de eso fue que llegamos a que me iba a prestar esta historieta del mismo autor, de cuya existencia yo permanecía ignorante. Por suerte tampoco estaba al tanto de la existencia de una película de From hell con J. Depp, que adapta el cómic aunque cambiando todo y haciéndolo mierda.

2.
El autor de Watchmen, V de Venganza y From hell es Alan Moore y de más está decir, mencionando esos tres títulos, que se trata de un genio. Es el autor de uno de los mejores momentos de la historieta universal mundial hiperdimensional, el final de Watchmen, que es muy distinto al de la película (porque de hecho es infilmable). Aparentemente existe cierto consenso sobre que From hell es la mejor obra de Moore, y puede ser. A mí me gusta más Watchmen, pero por ciertos elementos objetivos podríamos poner a From hell (de ahora en más, FH) en la cima del podio. En primer lugar, FH es la historia de los crímenes de Jack el Destripador, y Moore se basó para escribir el guión en una extensísima investigación que pareciera haber incluido todos los libros sobre el asunto publicados en Gran Bretaña entre 1888 y la fecha de edición de FH (que salió por primera vez en 1991 y terminó de publicarse en 1996). Por lo menos eso es lo que se deduce del apéndice, que en la edición que yo leí tiene 100 páginas (mientras que la historieta propiamente dicha, 500). En el apéndice, Moore explica secuencia por secuencia qué cosas de FH son producto de su imaginación y qué cosas se basaron en fuentes documentales o investigaciones de otros. Es tan minucioso que si lo fueras escuchando mientras lees la historieta, funcionaría como los comentarios del director de las películas en DVD. En segundo lugar, como nadie tiene la verdad única sobre los crímenes de Jack el Destripador y la identidad de el, la, los o las asesinoas (como dice en la dedicatoria del libro a las víctimas de Jack, "tan sólo estamos seguros de dos cosas: de vosotras y de vuestro final"), FH es una especulación sobre quién, cómo y por qué lo hizo, por un lado muy documentada y respaldada por otros investigadores (principalmente la teoría de un tal Stephen Knight en un libro titulado Jack the Ripper: The Final Solution), y por otro lado entrelazada con magia, fantasmas, rituales masónicos y otras cuestiones que aunque son incomprobables, lo son para los dos lados. A cuento de esto, en una de las secuencias, el policía que sigue el caso, Abberline, se encuentra con un niño (que leyendo el apéndice, y sólo así, nos enteramos de que se trata de un joven Aleister Crowley) en una multitud. El niño le pregunta: ¿Cree que el hombre que está matando a esas mujeres está haciendo algo mágico?, a lo que Abberline le responde que "la magia no existe". El niño chupa su paleta y dice "Se equivoca. Adiós". También a cuenta de esto, lo primero que leo en la entrada de Wikipedia sobre Alan Moore es que tiene la "intención declarada de convertirse en mago del caos". En tercer lugar, a pesar de todo el fárrago documental y toda la cumplidísima pretensión de veracidad, de la inmensa cantidad de personajes involucrados -sumados a los personajes históricos de la época que Moore involucra por mero placer y porque puede (Oscar Wilde, Joseph Merrick -el hombre elefante-, William Butler Yeats) el guión no deja de ser narrativamente excelente, hasta perfecto (aoh) te diré.



3.
Sobre el dibujo no sé qué pensar. Por un lado, definitivamente está bien. Es correcto, y logra cumplir sus propios objetivos, evidentemente. Toda la cuestión de basarse en material documental y tal. También cierta atmósfera ominosa, definitivamente buscada, de la que es ejemplo la imagen de aquí abajo. Pero por otro lado, entre tanto nombre británico similar, el dibujo al principio dificulta la lectura. Salvo Gull, los otros personajes no presentan rasgos reconocibles, que son necesarios en una historieta. Obvio que esto es meramente personal. Quizás por esto es por lo que no pongo a FH en el podio.

4.
La edición de la obra completa incluye además un segundo apéndice, "The Dance of the Gull-Catchers", que es un recorrido por las distintas teorías que se publicaron, más o menos académicas, más o menos conspiranoicas, desde fines del siglo XIX hasta los '90s, pero en historieta. O sea, una historieta historiográfica. Chapeuax.





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