domingo, 23 de septiembre de 2012

Juego de tronos, de George Raymond Richard Martin

1.
Por si hay algún colgado por ahí que todavía no haya siquiera sentido mencionar Juego de tronos: El gordo G. R. R. Martin se sentó en el '91 a escribir una saga de literatura maravillosa y ahí sigue sentado. (Según la famosa definición de Todorov, la diferencia entre "fantástica" y "maravillosa" es que la primera es aquella en la que en un mundo ordinario ocurre algo extraordinario mientras que la segunda es aquella en la que en un mundo extraordinario ocurren cosas que son ordinarias dentro de su propio esquema). La saga se llama Canción de hielo y fuego; Juego de tronos es el primer libro y ya salió el quinto; se espera el sexto que está en proceso y se supone que tiene que haber un séptimo también. Esperemos que Martin se mantenga entero hasta terminar la serie porque si sigue al ritmo al que viene, el séptimo sale en 2023 o 2024. A todo esto, a la saga le iba bomba pum para arriba así que los muchachos de HBO ni tontos ni perezosos le compraron los derechos para hacer una serie de televisión a razón de una temporada por libro. Ya salieron las primeras dos y la tercera se espera para 2013. Y hay jueguitos, muñecos y toda la bola.

2.
La comparación obligada es con El señor de los anillos, entre otras razones porque tanto Martin como Tolkien tienen un segundo y un tercer nombre con R cada uno (Raymond Richard contra Ronald Reuel... ¡fight!). También, claro, por la creación de un mundo cerrado en la onda mitológica y medieval, y por lo british, y por lo populares... Como suele suceder, la comparación es corta de miras: las similitudes son esas y no muchas más. Sin entrar en sinopsis: la Tierra Media de Tolkien es un mundo inspirado mucho más en leyendas y mitologías celtas y nórdicas que en la Edad Media histórica; toda su complejidad se despliega y desarrolla en derredor de un personaje que viaja (primero Bilbo, después Frodo con Sam) y que va conociendo, en la típica estructura del viaje del héroe; ninguna de las "razas" está inspirada directamente en una "nación" del mundo "real" (sí, tenía que poner las comillas ahí también); los valores en juego responden a los ideales cristianos o católicos de Tolkien y un resumen escueto pero válido de todos los libros podría ser la lucha del Bien contra el Mal. Por el otro lado, el mundo de Canción de hielo y fuego está claramente inspirado en la Edad Media histórica, en particular en la cultura de Inglaterra. El mapa de Westeros es el mapa de Gran Bretaña, sin ir más lejos, y King's Landing está donde va Londres. Hay también en el mapa un continente equivalente a Eurasia en el que están las "ciudades libres" y al este del cual hay una estepa habitada por los mongólicos (por Mongolia) dothrakis; etc. Acá un muy lindo mapa del mundo. En la serie de TV ésto ha sido exagerado al punto de que el inglés (lengua común) del  braavosi que enseña esgrima tiene acento español: habla igual que Banderas en Shrek. Por otra parte, la multiplicidad de protagonistas y de puntos de vista permite conocer la tierra de Westeros más o menos desde el vamos, lo cual además es muy importante para la narración. Los valores no sé todavía cuáles serían, arriesgo que los de la realpolitik, pero el resumen escueto es así: Los humanos sean unidos, esa es la ley primera, porque si entre ellos se pelean los devoran los Otros. Supongo que hay dos formas de verlo: los Otros puede ser una metáfora del desastre ecológico -esa es la positiva- o los Otros son una metáfora de los nuevos enemigos de Occidente -esa es la fascista-. Pero tal vez habiendo leído un sólo libro esté muy verde para saberlo.

3.
Soy uno de esos que vio las dos temporadas y empezó a leer los libros para no esperar hasta que saliera la tercera. Igual pensé que me lo iba a comer en dos días y no es así. Dos cosas me lo impidieron: por un lado el libro está mejor escrito que otros ladrillos best sellers. Está mucho mejor escrito que, por ejemplo, la saga Millenium, y entonces es más complejo. Por el otro lado, es difícil que funcione el efecto droga del libro cuando, habiendo visto la serie, ya sabía absolutamente todo lo que iba a pasar. Recomiendo a todo aquel que quiera leer los libros para saber qué mierda va a pasar después de ese tremendo cierre de temporada, que agarre y lea directamente el tercero como hizo mi tío Hugo. Mi política personal hacia los libros me impide hacer eso, pero sepan que no hay mucha diferencia entre libros y serie, por lo menos en lo argumental y en la primera temporada. Lo que habla muy bien de la serie, por cierto. Hay un solo capítulo que está mucho mejor en el libro que en la tele y es el del sueño de Bran antes de que despierte del coma ese en el que lo deja la caída: si en la serie lo hubieran hecho de verdad como decía el texto, era la escena más cara de HBO en la historia. (Salvo que lo hicieran 100% compu horrible).

4.
Está muy bien Juego de tronos, pulgares arriba. Se lo regalé a mi mamá por el día de la madre.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La confesión de Stavroguin, de Fédor Dostoievski

Toda situación afrentosa, desmedidamente humillante, 
repulsiva y, ante todo, grotesca en la que me haya encontrado en mi vida, 
me ha inspirado siempre, además de una rabia sin límites, un deleite increíble.

1.
¿Alguno vio recientemente La naranja mecánica? ¿O Apocalypse Now? La primera es de 1971 y la segunda de 1979, pero las dos son películas que parecen recién estrenadas. Hay gente muy capaz (y muy capa) que puede hacer eso de crear algo atemporal. Clásicos, que le dicen. Con Dostoievski pasa eso. Contra lo que muchos pueden suponer, sus libros son tan enviciantes como el último ladrillo best seller fantástico, policial o soft-porn para mamás. Aunque toda su obra fue escrita entre mediados y finales del siglo XIX, parece que hubiera sido escrita ayer, y yo aún diría más, parece haber sido escrita mañana.

(No, no exagero).

2.
Mi recomendación para quien quiera empezar a leer a nuestro amigo Fédor es que empiece por el que tenga más mano. Seguro que algún título encuentra en su biblioteca y todos son buenos. Si me exigen especificidad, diré que por extensión y efectismo (y porque se consigue en millones de ediciones) El jugador es una excelente opción para entrarle. Memorias del subsuelo es otra.

3.
De todos modos, estamos hablando de Dostoievski porque este año ediciones Corregidor publicó una pequeña "novedad" dostoievskiana, a la que vale la pena prestarle atención. Se trata de un pequeño volumen (75 páginas) preparado por Ricardo Piglia, que incluye tres textos. Por un lado, el del título,  La confesión de Stavroguin, es un capítulo perdido/rechazado/censurado de una de las obras más importantes del ruso, Los demonios (o Los endemoniados, según la traducción), pero que a la vez se lee como un relato autoconclusivo de cuya trama preferimos no revelar demasiado. La historia del texto es interesante: en 1871, plena publicación periódica de Los demonios en El Mensajero Ruso, el editor de Dostoievski le impide incluir el episodio de La confesión... por motivos que se pueden suponer de moral o de imagen. Dostoievski y su editor pelean, la publicación de Los demonios se interrumpe por un año y el propio autor se ocupa de difundirlo por canales alternativos. Sin embargo, cuando Fédor Dostoievski finalmente tiene la potestad de publicar su libro como le de la gana, excluye de motu propio el capítulo de la polémica... [Música de misterio]

4.
 El libro se completa con un ensayo de György Lukács que se presenta como prólogo y se titula "Dostoievski", y una nota previa de Juan Carlos Martini Real que narra los avatares de La confesión de Stavroguin. Todo el asunto está prolijamente editado y cabe en el bolsillo de la dama y la cartera del caballero. Aproveche.


5.
Está reseña ha sido confeccionada para el blog de la librería Libros del pasaje y es a la vez la reseña #200 de RESISTIRSE ES FUTIL. ¡iupi!