sábado, 14 de enero de 2012

No es país para viejos, de Cormac McCarthy

1. Gracias Nacho Pattin por el regalo de navidad.

2. Lo presté, así que este post va un poco de memoria. Hace mucho tiempo que quería leer algo de Cormac McCarthy. Me daba curiosidad todo lo que se decía de él en reseñas y blogs, la historia de Oprah (resulta que McCarthy es medio ermitaño pero le dio una entrevista a Oprah, y además resulta que Oprah en su sección de libros no recomienda cosas tan oscuras y de golpe es fanática de McCarthy: la anécdota la leí en quichicientos lugares). Unos turistas abandonaron un ejemplar de The road en inglés y estaba juntando fuerza de voluntad para eso cuando apareció este otro, en castellano y recomendado, así que ta.

3. Si no vieron la película probablemente la experiencia de leerlo sea muy distinta de la que tuve yo. Por un lado, ya sabía lo que iba a pasar. Y por otro lado, los personajes tenían cara para mí, no las había decidido yo, y una de esas caras era de forma bastante irrevocable la de Javier Bardem. Para colmo yo esa película la vi de una de las peores maneras posibles: en un cine en España. O sea: doblada al castizo. La odié. Me daba cuenta de que la película debía ser buena, pero había como un filtro franquista entre ella y yo. (Recordemos que, y corríganme si me equivoco, las películas en España se doblan todas porque durante el franquismo era obligatorio, así como una medida nacionalista absurda, como cuando durante el gobierno de Galtieri no se podía pasar música en inglés en la radio). (Recordemos también que Bardem es español: o sea, tenía a Bardem actuando en inglés pero hablando en español con la voz de algún otro).

4. Lo que no sé -y me gutaría que alguien me diga- es si se entienden o no las situaciones de persecusión y de tiroteos que hay en el libro y que yo recordaba de la película en vez de imaginar. Dudo de que se entiendan, por lo menos en la traducción de Debolsillo.

5. Como sea, el libro está muy bueno. McCarthy escribe de una manera altamente yanqui: vieron cuando los autores describen acciones y nada más, nunca un sentimiento; bueno, así. Salvo en los monólogos del sherif, que son de lo mejor de la novela, por cierto. No les cuento la trama porque me hubiera gustado leerlo sin saber nada, como Denu, a la que el libro le pareció: [dejamos el espacio para cuando lo termine].

2 comentarios:

Ale Schonfeld dijo...

Lo de Ophra está en el libro nuevo de ensayitos de Fabián Casas, por ejemplo. Lo acabo de leer.

Nicolás dijo...

Uno de los pocos yankis que lo siguieron al Faulkner ese
(me gusta más el estilo de mccarthy igual).